Los viñedos de Sequeral se sitúan en la parte oriental de Castilla La Mancha, entre los valles de los ríos Júcar y Cabriel. Allí los viejos viñedos cultivados en vaso se mezclan con olivos y almendros, a una altura entre 600 y 1.100 metros sobre el nivel del mar. Los vientos húmedos del Mediterráneo se alternan con el clima continental ofreciendo un terruño único para la maduración constante, consiguiendo vinos de gran frescura. Una característica general de esta zona es el frescor que encontramos en todos los vinos, especialmente los blancos de viura, cuya equilibrada acidez y finura gustativa los hace muy agradables al paladar.