El proceso lleva doble destilación: la primera etapa se hace a base de centeno, en destiladores chicos, siguiendo métodos tradicionales. La segunda destilación se realiza en columnas en una planta con tecnología de última generación, para eliminar las impurezas y mantener el sabor puro del centeno. Ese alcohol (que puede alcanzar los 96,5°), se mezcla con agua desmineralizada para llegar a los 40° finales. Por otra parte, en la destilería se produce el extracto de la hierba del bisonte. Los maestros mezclan este extracto con el vodka puro. Después de un tiempo de maduración, la filtran y embotellan. Luego, cada envase es decorado a mano con una hierba de bisonte.